La innovación nace de lo que podríamos denominar: el caos sistemático.Encontrar una manera de dominar el caos, a partir del diseño de nuevos modelos de entrenamiento que exijan el dominio de idealizar.
A partir de una idea unificadora, edificar un espíritu de comunidad, que respalde el trabajo a fuerza de estimular la capacidad de colaborar.
Cómo podemos lograr crear una cultura diferente desde una idea unificadora, es la piedra angular.
Aceptar de que vamos a tener problemas, muchos de ellos desconocidos; que trabajando con personas que encauzen las energías hacia la resolución de esos problemas, no hacía la crítica destructiva.
La colaboración puede llevar a la excelencia: no limitarse a emplear los métodos existentes; generar emoción ; y en la que la actitud predominante sea progresar.
Como todo proceso, se necesita: tiempo, perseverancia y valentía; a partir de olvidarnos de algunos status quo prestablecidos.Desde el desafío al que nos enfrentamos para la creación de nuevos modelos de entrenamiento, que nos harán crecer como entrenadores, y por lo tanto, repercutirá en la mejora de nuestros jugadores.
Para llegar al caos sistemático no consiste en observar lo que hacen los demás para copiar, sino debemos crear estructuras, tareas que nos permitan alcanzar la mejora, a partir de desafiar lo que hemos realizado hasta ahora.
Los entrenamientos sirven para superar los límites, cometer errores y mejorar.La cuestión en un entrenamiento no es si una tarea es buena, el entrenador debe plantearse si esa tarea es esencial para realizar el juego que queremos, si es necesario.
Una de las funciones de los clubes, es crear un entorno fértil, mantenerlo saludable y vigilar aquellas cosas que lo debilitan.
Debemos planearnos y hacernos preguntas contínuamente, entender por qué lo hacemos, el cómo y lo qué.
” Parto de una idea que al final se convierte en una cosa diferente “
Pablo Picasso
I’m afraid to jump: jump !!!