La semana pasada hablaba con un conocido sobre el desarrollo que necesitaríamos trabajar con una jugadora en edades formativas.
Nos preguntábamos: ¿ tenemos en cuenta cómo aprende y crece la gente ?.Entendemos que la tarea de dirigir no consiste en evitar los riegos sino crear la capacidad de subsanar problemas.
En la creación de la capacidad de subsanar problemas, debemos iniciar un proceso de formación de hábitos, de buenos hábitos.
Desde la secuencia del ensayo y error, iniciaremos el proceso.Las jugadoras delante de una situación nueva, deben tomar decisiones, si el planteamiento de tareas es siempre igual o semejante, las decisiones serán las mismas.
La primera vez que se enfrentan a un problema, tienen inseguridad sobre su capacidad para resolverlo; por lo tanto, la creación de tareas para que experimenten con varias opciones para ver cuál es la correcta, se nos antoja como algo básico.
Cuando la jugadora está experimentando, el cerebro está ocupado aprendiendo cuál es la mejor solución, y cuando ella encuentra la solución, adquirirá una estrategia para la siguiente ocasión; se podrá preguntar: ¿ qué fue lo que hice antes de obtener la solución ?.
Ella se formará su propio circuito de retroalimentación ( prueba + error + aprendizaje + prueba de otra manera ), de esta forma su cerebro empezará a automatizar el proceso de resolución de problemas.
La automatización la llevará a la desautomatización, es decir, al hábito.Los hábitos no dejan de ser un atajo mental aprendidos gracias a lo que experimenta la jugadora, desde la razón y la intuición.
Conclusión, hay que darles a las jugadoras un entorno y el apoyo que necesitan, y confiarles la ejecución, sin miedo.
Enseñarles buenas estrategias de aprendizaje, que fortalezca el mismo.
” Nunca diga a los demás cómo tienen que hacer las cosas.Dígales lo que tienen que hacer y le sorprenderán “.
I’m afraid to jump: jump !!!