En los últimos tiempos, como entrenador, me ha tocado vivir algunas situaciones decepcionantes y desagradables.
Parece que lo que tendría de ser una normalidad: cumplir las reglas, o dicho de otro modo, tener una buena ética de comportamiento respecto a los demás, se ha convertido en algo casi extraordinario.
Personalmente, he tenido la suerte de tener unos padres y familia, en la que el valor del respeto a los demás, sea una norma indispensable.
Creo firmemente, que cuando hagamos una cosa, debemos intentar hacerla lo mejor posible, y si es posible ser mejor y ganar, pero siempre cumpliendo las reglas.
Desde pequeño, me han dicho, que tienes de ir a dormir con la conciencia tranquila, dormirás mejor y eso no tiene precio.Delante de algunas situaciones cada vez, cuesta más.
Desde el convencimiento que las práctica desleales, a corto plazo pueden ser rendibles, normalmente a largo plazo, son perjudiciales.
Conseguir lo que uno quiere es importante, pero hacerlo ilícitamente no tiene valor.
¿ Entrenadores, jugadores, padres, directivos… ?
I’M AFRAID TO JUMP:JUMP !!!
