Con el transcurso de los años, una de las cualidades que más valoro de una jugadora es: dejarse enseñar.
Los entrenadores debemos enseñar a las jugadoras a entrenar, significa que hay que esforzarse mucho en los entrenamientos, repetir las cosas, de manera que la jugadora sea capaz de reaccionar cuando las circunstancias le exijan.
Ir adquiriendo la capacidad de escuchar con mucha atención, ayudar a la jugadora a que desarrolle esta aptitud.
Hay dos conceptos fundamentales: la atención y la concentración, de las cuales, ela jugadora debe aprender hacia dónde las dirige.Centrar toda su energía psíquica hacia sus pensamientos, emociones y sensaciones físicas.
Así mismo, seleccionar aquellos estímulos en qué fijarse.Preguntarse cada día, semana, mes y temporada: ¿ en qué debo mejorar para jugar mejor ?.Motivación para mejorar en lo que no domino, y consolidar lo que más domino.
Hay jugadoras que se comprometen, de puertas afuera, pero en su interior no desarrollan un compromiso emocional pleno.
Debe optar por comprometerse con un solo camino, y no optar una y otra vez, por la indecisión.
Es muy fácil fantasear, imaginarse que todas las cosas se consiguen sin trabajo y sin trabas.Sin embargo, en el momento en el que quiera hacer realidad cualquiera de esas cosas, se verá obligada a hacer concesiones, y aceptar que nada de lo que haga saldrá a la primera.
Es importante que la jugadora aprenda y sea capaz de hacer dos cosas:
– Separarse de la necesidad de << tener razón >> a fin de escuchar y respetar las realidades.
– Diferenciar entre pensamientos ( lo que sucede en nuestra cabeza ) y comportamientos ( lo que hacemos o decimos ).
” Las normas básicas llevan los valores compartidos al nivel siguiente.Estas definen las mentalidades y conductas que fomentan o socavan un ambiente seguro y sano “.
Necesitamos formadores que enseñen a entrenar, y jugadoras que se dejen enseñar.
