A menudo pensamos en el pasado, hablamos del futuro, y ¿ qué hacemos en el presente ?.
No descubrimos nada nuevo cuando decimos que a los jugadores y entrenadores nos gusta ganar, pero: ¿ cuándo se gana ?, ¿ cómo ?.
Es fácil distraerse en el pasado, yo antes…, me acuerdo… y en el futuro, ganaremos.Entiendo que todo tiene un proceso, y es el día a día.
El pasado nos ayuda a entender cosas del presente y el futuro nos puede marcar un objetivo, una meta, un deseo.
No hay que dejar que una mala experiencia anterior nos cierre la puerta del presente.El pasado es pasado y no nos puede condicionar ni el presente ni el futuro.
Trabajar en el presente, en ocasiones, nos obliga a llamar a una puerta cientos de veces, abrir una ventana, a levantarnos después de caer al suelo… Pero siempre hay un modo de mejorar: ser constante.
Normalmente las cosas se producen por alguna causa, tenemos que trabajar en la misma.El día a día, nos ayudará a mejorar, evidentemente trabajando.Las personas tenemos la tendencia a movernos entre los pensamientos del pasado y del futuro.
Nada se consigue de la noche a la mañana, debemos trabajar sobre el proceso para conseguir la mejora diaria.No intentemos ser lo que no somos, trabajemos para hacer mejores a los demás, para mejorar a los jugadores que entrenamos.
Busquemos la esencia del entrenamiento: hacer mejores personas/jugadores tanto en el aspecto emocional, técnico, físico y táctico.
” La costumbre de ignorar nuestros momentos presentes a favor de los que están por venir conduce directamente a una aguda falta de conciencia del entramado de la vida al que estamos incorporados ” Kabat-Zinn