Una de las responsabilidades que deberían tener los directores/coordinadores técnicos de los clubes, sería crear entornos fértiles.
Que los entrenadores y los jugadores puedan trabajar en un espacio que fomente la creatividad y la resolución de problemas; debemos aceptar que siempre vamos a tener problemas, por lo tanto, si topamos con un problema, todas nuestras energías se encaminarán hacia su resolución.
Entiendo que para crear una cultura creativa, habrá un compromiso con la filosofía de una gestión con fundamento por parte del máximo responsable técnico, que se trasladará a todo el cuerpo técnico.
Los entornos fértiles son aquellos que ensamblan diferentes clases de pensamiento y que estimulan su autonomía; ser creativos no sólo técnicamente, sino también en las maneras de trabajar juntos.
Para mi modo de pensar, hay un principio organizativo clave: la colaboración, ésta puede llevarnos a la excelencia; el segundo, sería tener una actitud predominante de querer progresar, estar a la vanguardia, es decir, no limitarse a emplear los métodos existentes, sino inventarse los nuestros propios; el tercero, que trabajen con nosotros, entrenadores mejores que nosotros; entrenadores que innoven, que añadan valor al trabajo que realizamos.
Para crear un entorno saludable, debemos tomar decisiones, las cuales, se toman por una razón; estas decisiones propiciaran otras, de manera que cuando surgen problemas, para solucionarlos no bastará con corregir el error original, deberemos encontrar una solución a partir de un esfuerzo que requiere muchos pasos; la clave para solventarlos: saber qué es lo que funciona y lo qué no ( lo cual es mucho más sencillo decir que hacer ).
Es básico disponer de un elemento fundamental: las personas que formen y se vayan incorporando a la organización sean buenas personas.