El grado de pasión y compromiso es lo que marca la diferencia entre las buenas jugadoras, las jugadoras magníficas y las extraordinarias.
Las personas aprendemos fundamentalmente a través de la experimentación: practicar, practicar y practicar, pero con la mayor conciencia de una misma y de las demás, así como con un compromiso en el desarrollo personal continuado.
Es necesario que encuentre sentido y propósito en lo que hacemos, y darle valor a lo que realizamos en el día a día.
La diferencia en el grado de pasión y compromiso está en tener un objetivo, ya que sin un objetivo el sistema no funciona.Y el sistema se crea a partir de unos patrones.
Cuanto más precisos sean los patrones aprendidos, más opciones tendrán para solucionar las diferentes dificultades que se presenten.
Necesitan centrarse en la aspiración, la esperanza y el futuro, desde el presente, del cual, muchas veces nos olvidamos, y sin presente no hay futuro.
Hacer la cosas con corazón y pasión, exigirse el cien por cien de compromiso, no desperdiciar el tiempo, arriesgar, tener inquietud ( y ahora ¿ qué puedo mejorar ? ), no conformarse con menos, aguantar y resistir cuando las cosas no salen como nosotros queremos…prepararse para cuando tenga una oportunidad.
Crearse dentro de ese desarrollo personal, un viaje y no un destino, sabiendo que la responsabilidad individual es clave para seguir nuestro camino.
Tener esa mentalidad del agricultor, que para cultivar la tierra requiere de autodisciplina y anticipación, que permita conservar las semillas de la cosecha presente para obtener la comida del año que viene.
Aprender la adquisición de cualquier destreza, requiere de disciplinarnos.La disciplina es enseñarnos a hacer lo que no es natural.
Y por último, tener presente que la mejora continua es crucial para las jugadoras, porque nada en esta vida es permanente.
La diferencia: grado de pasión y compromiso !!!
I’m afraid to jump: jump !!!
