” Debemos replantearnos la manera en que aprendemos y, aún más importante, la manera en que enseñamos e instruimos “. John Whitmore
La inteligencia táctica individual y colectiva, se aniquila frecuentemente en la medida en que las situaciones pedagógicas propuestas son interpretadas primordialmente como finalidades, y no como medios de expresión de las habilidades técnico/tácticas de la jugadora o equipo.
Este es uno de los motivos, y creo que determinante, por lo que es dificil ver a jugadoras, especialmente jóvenes, que no tengan una progresión técnica y táctica, incrementando este déficit con la falta de minutos.
Hay entrenadores que buscan el rendimiento inmediato, dejando al margen el potencial que pueda tener la jugadora y sus interferencias, en modo de: miedos, dudas, creencias limitantes, falta de confianza e inseguridad.
No hacen más que aumentar las interferencias que puedan tener las jugadoras, trabajando en situaciones pedagógicas dirigidas únicamente al rendimiento/resultado.Entiendo que para disminuir las interferencias debemos cambiar el paradigma del entrenamiento.Realizar un entrenamiento dirigido a aumentar el potencial y disminuir las interferencias de la jugadora.
Desde del desarrollo de las capacidades técnico/motrices: equilibrio, apreciación del espacio/tiempo, dominio de los modelos de realización y dominio del balón; siguiendo con las capacidades cognitivas: lectura y creatividad; en tercer lugar, trabajar en las cualidades de su personalidad: estabilidad emocional, control de la atención, dominio del estrés y la predisposición a la competición; en último lugar, el trabajo en el desarrollo de las cualidades físicas.
Personalmente, creo que se debe incidir: en la esencia del juego, creando hábitos y ser simples; ser agresivas a canasta; jugar con intención, ya sea con el balón y sin el balón; conseguir el equilibrio entre la jugadora ( sus necesidades y lo que es natural en ella ), y el entrenador ( que indicará lo que está bien hecho); y en el juego colectivo, donde corregiremos detalles técnicos.
Establecer los objetivos del proceso, que será el trabajo necesario para alcanzar los objetivos de rendimiento.Los objetivos del proceso están bajo nuestro control en un 100%, diferente a los de rendimiento, que nos los podemos controlar totalmente.
El tiempo demuestra que el ganar crea la sensación de que todo está bien, y no se analiza cómo se ha ganado ( la manera ).Después de ganar queremos celebrar y no realizar un análisis del por qué y cómo.El tiempo nos lleva a ver la realidad: el nivel que necesitas es muy superior al que he te hizo ganar.
