Durante una temporada entrené a un equipo infantil, el cual, ha sido de los grupos con los que he estado más horas en la pista.El 80 % del trabajo que realizamos estaba destinado a la técnica individual ( bote, pase y tiro ): 1c0 con muchas repeticiones del gesto técnico, 1c1 ofensivo y defensivo.
En los partidos, todo el trabajo ofensivo del 1c1 no se reflejaba, y me llevaba a estar un poco decepcionado con los jugadores.En el transcurso de la temporada , nosotros pensábamos que necesitamos tiempo, que en el transcurso de la misma conseguiríamos la mejora esperada, se fue produciendo pero no al nivel que esperábamos; no conseguimos jugadores eficaces.
Un jugador eficaz debe ser capaz de producir respuestas rápidas, exactas y ejecutarlas con precisión.El baloncesto requiere de diferentes tipos de habilidades que están ligadas a las capacidades técnico/motrices y a las capacidades cognitivas que conciernen especialmente a la vertiente perceptiva y de decisión.
Para un gran número de entrenadores, la técnica sigue siendo uno de los marcos de referencia más importante.Sin embargo, la distancia que hay entre el gesto y el rendimiento crece con el nivel de destreza, en la medida que consigamos la capacidad de que un jugador pueda modificar su comportamiento motor, con respecto al contexto de oposición, podremos alcanzar el rendimiento proyectado.
La técnica es necesaria para la obtención de un buen resultado, pero no es suficiente para conseguir por sí sola el rendimiento esperado.Por tanto, no es suficiente realizar un rendimiento motriz, sino que es necesario aprender a situarlo dentro de un contexto de juego, en el que haya situaciones específicas de cooperación/oposición que lo valorizarán.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!