” Si das lo mejor de ti, ya has tenido éxito “. John Wooden
El deporte va evolucionando constantemente, en todos los aspectos: técnicos, tácticos, físicos y psicológicos.
Pero hay un hábito social que nunca ha cambiado, a pesar, de que tengo la impresión que hay un déficit importante en bastantes deportistas: el esfuerzo diario.
Es fácil estar motivado cuando las cosas salen bien, pero es en los momentos duros, cuando debemos encontrar formas para motivarnos, ideas que se ajusten a la situación actual.
Para crecer necesitamos obligarnos cada día al máximo de nuestras capacidades.No pensar más allá del ahora, porque en demasiadas ocasiones, el pensamiento futuro, les traiciona.
El camino durante el día a día, es lo que determina la meta, desde el afán de trabajar que lleve a formar parte de su personalidad.
Acostumbrarse desde joven a dar lo mejor de ti, el máximo.En que, las ganas de trabajar y dar lo mejor de uno mismo, se lleguen a convertir en una ventaja competitiva respecto a los otros jugadores y equipos.
No tengo ninguna duda, que los grandes jugadores, no sólo destacan por su juego ofensivo, sino también por ganar los balones divididos, capturar rebotes, defender el 1c1, y especialmente por querer ser mejor cada día.
No es necesario ser el mejor anotador, ni el que coge más rebotes, ni el que recupera más balones, ni el que encesta más triples.Lo que hace grande a un jugador es que en cada acción del juego sea útil a su equipo.
Los deportistas que dan lo mejor de sí mismos, tienen una metodología y exigencia no escritas.
Hay muchos que quieren ser buenos jugadores, pero ¿ quieren ser buenos de verdad ?.
El máximo esfuerzo es innegociable, llegar el primero y marcharse el último: ser lo mejor de ti.
I’m afraid to jump: jump !!!