Los entrenadores estamos expuestos a situaciones que nos hacen pasar malos momentos, especialmente cuando las cosas no van como nosotros desearíamos; son momentos que nos pueden llevar hacia una deriva derrotista y negativa.
A veces hay cosas que se nos escapan, circunstancias, determinados factores que no podemos controlar y, nosotros perdemos la energía que tendríamos de continuar invirtiendo en lo que realmente podemos controlar, cometiendo un error mayúsculo.
No queda otra que relativizar estas situaciones y, entender que de todas las cosas se puede aprender, normalmente aprendemos más de las coyunturas negativas que de las positivas.Estas quedan en un segundo término, cuando tienen de pasar a estar por encima de los malos momentos, tenemos que aprender a valorar las cosas buenas que hemos realizado.
Lo más importante es ser fiel a nosotros mismos, a partir de la ambición de una mejora contínua y una pasión debordante e ilimitada en el trabajo, que es realmente lo que podemos controlar.
Muchas veces nos olvidamos de hacer lo básico: disfrutar de lo que hacemos, hacerlo con pasión, naturalidad y honradez.
Hace unos cuantos años, una persona me dijo: ” profesor, en esta vida, hay veces que lo que sucede, conviene”.
I´M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!
