Estamos en un sociedad donde prima lo inmediato, y poco el proceso, la reflexión, el cómo, la paciencia, el método.
Los jugador@s deben entender que el grado de habilidad técnico-táctica acaba siempre por marcar las diferencias entre ellos.
Por lo tanto, el dónde puedo evolucionar hacia ese objetivo, es básico. Es típico el querer estar en equipos que disputen categorías de un nivel superior respecto al equipo actual, pero: ¿entrenan para la mejora del jugad@r, juegan minutos, tendrán un entrenador que los ayude a crecer?
Evidentemente hay equipos que sí lo hacen, cada vez menos; y otros en los que prima el objetivo del resultado por encima del proceso de realización. El jugad@r debe seleccionar.
Un jugad@r tiene que adquirir un nivel técnico elevado dentro de sus capacidades, así tendrá más opciones de jugar y pasárselo bien, formarse educativamente, crecer como jugador.
El tránsito hacia el baloncesto de rendimiento, nos ofrece diferentes vías para poder llegar, no tod@s llegan, llegan muy pocos.
La mejora técnica nos llevará a la importancia del placer del juego (divertirse) durante los entrenamientos y los partidos (jugando).
El baloncesto es divertido si tengo el balón y sé lo qué tengo que hacer con él. Cuanto más sienta un jugad@r que domina el balón más capacidad tendrá para mejorar y hacer crecer sus capacidades técnicas.
El juego propuesto también será determinante en la búsqueda del crecimiento del jugad@r. La disposición de los jugador@s en la pista permitirá que los menos talentosos participen en el juego (tocando más el balón).
“Trata a una persona como parece que es y seguirá siendo como siempre ha sido. Trata a una persona como puede llegar a ser y se convertirá en quien realmente es.” Goethe
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!
