Los entrenadores debemos entrenar con la máxima de que los jugadores: jueguen.
La táctica no es la pizarra, es que cada jugador sepa por qué, cómo y qué ha de hacer en cada momento y en cada espacio que ocupa durante un partido.
Cuántas veces hemos oído decir:” que jugador más talentoso”, ” que talento tiene “, o “es puro talento natural “.
Yo me pregunto: ¿ qué hacemos los entrenadores para qué fluya este talento ?.
El baloncesto va evolucionando a jugar en toda la pista, tanto en la fase defensiva como la ofensiva, hoy en día veo muy pocos equipos que jueguen en toda la pista de forma continuada: debido principalmente al miedo a perder, a la poca capacidad de controlar el juego con mucho dinamismo por parte de los entrenadores, al miedo a mostrar todas las carencias técnicas de los jugadores, las cuáles las enmascaran con un juego más cerrado.Estos quieren controlarlo todo de tal manera que no se dan cuenta que están asfixiando a los jugadores que poseen talento, a los que quieren aprender, crear, disfrutar.
Cuando un jugador posee talento ayuda a simplificar situaciones pero después entra el trabajo que realizamos con el mismo: pulir los fundamentos técnicos-tácticos individuales ofensivos y defensivos.
Evidentemente que con mucho trabajo no hay suficiente, aunque es indispensable.Debemos de crear una metodología de trabajo basada en pulir los fundamentos individuales de los jugadores y la repetición nos llevará a la adquisición de automatismos y mejorará la capacidad de reaccionar delante de las diferentes situaciones del juego.
¿ Qué es el talento sin trabajo ?; ¿ cómo entrenadores tenemos los suficientes conocimientos y capacidades para desarrollar un trabajo técnico con el jugador ?; hablamos de la poca perseverancia de los jugadores, ¿ y tú, eres perseverante ?; para pulir fundamentos es esencial.
” No trabajes más duro, trabaja mejor “
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP !!!
