Cuando hablamos de habilidades normalmente nos referimos a la técnica, la táctica y el físico.
¿ Y si nos planteamos cuál es la habilidad más importante que pueda adquirir una jugadora en el baloncesto ?. Para un servidor: saber escuchar.
Para que una jugadora empiece a aplicar lo que vaya aprendiendo, debe saber escuchar: ” aprender y no hacer no es realmente aprender.Saber y no hacer no es realmente saber “.
Necesitamos entrenar para que la jugadora aprenda a escuchar, si aprende a escuchar, mejor será y consecuentemente podrá marcarse objetivos más ambiciosos.
A nivel social estamos en una coyuntura donde prima demasiado el no escuchar, el ir a cada uno a la suya.
El entrenador como formador de personas y jugadoras debe trabajar para que el saber escuchar se convierta en un hábito.
El saber escuchar conlleva la adquisición: carácter, disciplina, pautas, orientación, constancia, proactividad, objetivos, inconformismo, focalizar, energía, impulso, creatividad, esfuerzo, paciencia, decidir y actuar, responsabilidad, humildad, competividad, integridad y sentido común.
Los entrenadores queremos que nuestros equipos tengan una gran efectividad.Pero los equipos están formados por personas, no por robots; lo mismo que los entrenadores son personas.Por tanto, nos debemos saber escuchar los unos a los otros.
Los entrenadores debemos esforzarnos por percibir la individualidad de la jugadora, lo mismo que los padres deben esforzarse por percibir la del entrenador, no todos los entrenadores son iguales.
Sin duda, una de las razones principales del éxito de una persona es la capacidad para prestar atención, una habilidad determinante.
Las jugadoras que han conseguido y consolidarse al máximo nivel, tienen la aptitud de dejarse enseñar, incluso si creen que su entrenador se equivoca.
Estas jugadoras son como una esponja, escuchan y asimilan.Son duras mentalmente, siguen trabajando y escuchando para resarcirse del error.
” Siempre se cosecha lo que se siembra; no hay ningún atajo “.