Cada día estoy más convencido que la mejora del jugad@r pasa por enseñarles desde lo más simple, es decir, desde la técnica. Como en muchas situaciones en la vida cotidiana, el mejor enfoque es el más simple.
Es cierto, que la simplicidad requiere una alta capacidad de observación, análisis y conocimientos de las conductas del jugad@r tanto en temas coordinativos, cognitivos, físicos y emocionales. No cabe duda que el proceso es más largo en el tiempo, pero nos generará una enorme gratitud por parte del jugad@r y satisfacción personal.
Es el individuo el que nos llevará como entrenadores a la mejora continua, y la suma de las individualidades traerá la capacidad colectiva del grupo.
Trabajar desde la técnica/táctica individual nos hará llegar al jugad@r, si queremos que éstos se comporten de una determinada manera, lo harán, cuando vean y sientan que evolucionan día a día.
El ganar un partido, un campeonato; lo considero como un episodio puntual en el tiempo. Evidentemente, a todos nos gusta ganar partidos y campeonatos, pero, ¿y si no ganas?
Trabajando para el jugad@r, será un trabajo que siempre quedará en el tiempo, de una forma indefinida.
La técnica nos tiene que llevar a la táctica, a cuánta mayor técnica, más capacidades tendremos para aplicar una buena táctica colectiva. Conseguiremos jugador@s más creativos, espontáneos, libres, y su repercusión a nivel colectivo será mayor.
Debemos dotar de poder a los jugador@s, a nivel técnico/decisional, lo cual, dará personalidad al colectivo.
I’M AFRAID TO JUMP: JUMP!!!