” Somos como los canteros medievales: añadimos unos pocos ladrillos más a la catedral que sabemos que no llegaremos a ver nunca acabada.Y pese a ello, vale la pena construirla “.
Los entrenadores que entrenan en categorías formativas, no solo deben ser valorados por sus resultados de marcador, sino especialmente por su trabajo diario en la formación de las jugadoras.
En muchas ocasiones, el trabajo que ha realizado un entrenador no lo disfrutará directamente cuando se obtengan los objetivos de resultado, pero él habrá sido un cantero medieval, habrá intervenido directamente en el proceso de realización.
En el desarrollo formativo de una jugadora tiene una enorme transcendencia la planificación deportiva/social del club.
La creación de procesos y proyectos nos permiten replicar en el futuro la experiencia pasada.Si contamos con procesos, el conocimiento crítico ya no depende de una persona en particular; impregna la organización y puede ser transmitido.
Deberíamos trabajar desde la comprensión de la causalidad, el tiempo lineal ( pasado, presente y futuro ), y en la proyección de futuro.
No se puede formar desde el punto en el que buscamos el crecimiento por el crecimiento.
Cuando el crecimiento se mide solo en términos de reconocimiento, que cuando el único éxito consiste en alcanzar la cima, de la manera que sea y cómo sea.
El club debe formar agricultores, estos realizan un seguimiento: cultivar la tierra requiere autodisciplina y anticipación, lo cual, permite conservar las semillas de la cosecha presente para obtener la comida del año que viene.
A la jugadora se le debe dar espacio para que pueda desarrollar sus diferentes talentos ( coordinativos, condicionales y emocionales ), su creatividad, y también para descubrir cómo quiere alcanzar sus objetivos.
Los entrenadores/formadores no solo deben ser solucionadores de problemas, sino personas, que escuchan, empoderan, motivan y desarrollan a sus jugadoras.
La tarea de dirigir no es evitar los riesgos sino crear la capacidad de subsanar problemas.
En ocasiones, los entrenadores nos olvidamos que las jugadoras son personas con sentimientos, miedos y motivaciones.
Entrenadores que trabajen en la construcción de la catedral !!!